Manuel Sanz Mendez

Técnico de Apoyo.

D.G. de Salud Publica de la Comunidad de Madrid.

El pasado 24 de julio de 2024 se celebró en la iglesia de Nuestra Señora de los Remedios una demostración más de nuestro compromiso por conservar activamente el patrimonio cultural y social. En este fresco templo, armado con pilares de piedra berroqueña, nos sumergimos en una experiencia única guiada por un grupo de estremereños y sus antecesores. Estos defensores del arte preservaron imágenes, pinturas, retablos y, sobre todo, el órgano, protagonista de esta herencia transmitida desde el siglo IX por nuestros conquistadores.

La música del órgano, transformando el esfuerzo y la entrega en melodías del Siglo de Oro hasta las pasiones más ilusionantes del placer sentido, nos envolvió en una atmósfera templada por el tiempo. Aquella tórrida noche de verano fue una nueva oportunidad para apreciar la música del órgano, un instrumento antiguo recuperado por manos sensibles de un valioso grupo de estremereños y amantes de lo nuestro, del órgano castellano, barroco e ibérico.

Este grupo deleitó a los oyentes con el funcionamiento del órgano después de 4-5 siglos de andadura, mostrando el fuelle mecánico y los registros. El maestro organista, junto con su director y subalternos, nos brindó un final memorable con flautas y trompeteras que resonaron con los 483 tubos, marcando la marcha de ganaderos y evocando el recuerdo de quienes habían estado allí antes, por Iberia y España, con nuestro himno.

Describir todo lo que percibimos daría para más de un prólogo, pero ahora nos conformamos con dar sentido al desarrollo de lo que iniciaron hace siglos quienes defendieron capillas, ermitas y órganos. Hoy, continuamos su legado, disfrutando de la música y la belleza del sentir en un ambiente compartido, lleno de amor por los valores que atesoramos, hasta las fronteras históricas de Estremera, que nos guían a estar aquí hoy.

Por: Manuel Sanz M. (Julio del 2024).